Sobre la adaptación de la novela "La Mara" al guión de la película "La vida precoz y breve de Sabina Rivas".

DIANA CARDOZO
guionista

Respetar siempre implica entender, y respetar un texto implica necesariamente comprender y acceder a sus contenidos dramáticos de fondo para exponerlos al límite. Esa fue la guía para escribir este guión. El reto en estos casos es encontrar y seguir el nervio motor de la historia. Sería un absurdo intentar clonar el mundo literario en un filme pues el cambio de lenguaje implica un cambio de universo.

"La Mara" de Rafael Ramírez Heredia es el retrato de un sitio que podría ser el fin del mundo: la frontera sur de México. El escritor se interna en la desesperación y en la esperanza que laten en la región donde para muchos arranca la gran promesa, y a la vez expira toda ilusión. Un relato que nos confronta a un mundo cerrado por mil candados: la violencia de La Mara y de las autoridades de la región. El trazo del autor apunta a los sigilosos acuerdos políticos en las fronteras, a las complicidades que anudan la corrupción, a la prostitución infantil, a la trampa que espera a los migrantes y a la lucha pertinaz por la vida.

La peripecia del personaje protagonista, Sabina Rivas, su amor imposible, sus sueños clausurados, sus trece años casi ancianos y rebeldía salvaje, es la historia de cientos de miles de muchachas que habitan las orillas de nuestro mundo inmediato…El México de Ciudad Hidalgo/Chiapas donde acontece la historia, también es nuestro México y Sabina es un personaje universal.

El guión se convierte en "LA VIDA PRECOZ Y BREVE DE SABINA RIVAS" y retoma el perfil filosófico de la novela y jerarquiza ciertas historias bajo el imperativo dramático de una obra cinematográfica. La película contará una historia áspera y sutíl en las trastiendas del mundo globalizado. Le pondrá rostro y circunstancias a un dato perdido en la estadística, a una noticia que hemos leído mil veces, a un eco que está en algún punto de nuestra consciencia pero nunca en primer plano...

Trabajar con Luis Mandoki siempre es un proceso de libertad creativa. Un director tan comprometido con los contenidos dramáticos es el mejor cómplice en la búsqueda de una película que se está gestando en el papel.

El trabajo extenuante de perseguir una historia en las entrañas de una novela ha llegado a su fin, sigue la película. Como guionista me debatí en los dilemas que aquí expongo, cuidé al milímetro cada circunstancia y resultó apasionante. Corresponde a otros hacer la apuesta para que esta película tenga existencia real y encuentre a sus espectadores en cualquier rincón del mundo.